sábado, 1 de diciembre de 2012

HACER


Hacer.

Para conseguir un objetivo uno debe pringarse, salir de su umbral de comodidad al exterior y comprobar que el mundo que nos rodea es completamente distinto a lo que nos imaginamos tras la pantalla que hemos estado viendo tantas y tantas horas de nuestra vida, en la que solo vemos la dulce ficción que los que ordenan llaman realidad. 

Permíteme amigo invitarte a salir a la calle y mirar con los ojos de un niño, alejado de certezas y verdades a medias. Permíteme que te invite a mirar con el alma para descubrir que hay motivos reales para dejarse la piel en la lucha por cada familia desahuciada, por cada mujer maltratada, por derrotar las pesadillas de un niño, por ancianos abandonados y personas con hambre, por tantas y tantos que viven por vivir y mueren sin morir. Tienes que salir para abrir el corazón y sentir que merece la pena seguir confiando en el ser humano, a pesar de que desde todos sitios te han dicho que desconfíes.   

Es necesario abrir tu mente para descubrir que estas vivo y saber que en esta lucha desigual unas veces vencerás y otras perderás, unas acertarás y otras te equivocarás; pero lo que nunca harás serás rendirte, porque la mayor derrota vital de una persona es sentir que no tiene sentido la vida, que es un caminar por un sendero sin fin, sin meta a la que acudir, a expensas de que en cualquier momento el viento, el frío, la lluvia te retrase; Debes dejar de caminar como sonámbulo en un sueño eterno sin saber dónde te diriges, a expensas de que cualquier golpe de viento te destroce, mientras tratas de evitar cualquier incomodidad. 

Si uno sabe lo que quiere nada impedirá que lo consiga, ni el mayor de los huracanes, ni miles de árboles caídos sobre el camino, porque solo si eres capaz de morir en la lucha estarás preparado para vencer porque sólo desde ese convencimiento dejarán de importar realmente los obstáculos e importarán las metas, y la mente dejará de buscar atajos que no llevan a ningún lado. ¡Pelea! ¡Lucha! ¡Acude a las barricadas a defender lo que te corresponde como ser humano, a conquistar tus derechos, a cambiar la sociedad! Porque cada día decides si vas quedarte paralizado por el miedo o si vas a Hacer. 

Tú sabes que emprender cualquier cambio en esta sociedad requerirá de un esfuerzo continuado, y que por mucho que pensemos que la vida ha sido injusta, tenemos lo que nos merecemos porque sólo los necios piensan que la recompensa final es acumular objetos inútiles en la tumba. Lo material que te rodea y que guardas jamás quedará en la historia, sólo tus hechos perdurarán, así que ¡Haz! Salta las barreras de lo establecido por los que desean verte anestesiado y reclama tu libertad, la de los tuyos. 

¡Tu puedes! Eres un ser maravilloso, único, un ser perfecto, no permitas que te conviertan en un muñeco. Eres grande aunque te hayan dicho mil veces que no eres más que un ser sin alma, una marioneta con hilos endebles fáciles de manejar. ¡Corta los hilos, grita por tu libertad y haz!, ¡Haz!, ¡Haz!

¡Tu puedes y debes!, y aunque no sepas cómo, ¡haz! busca y haz porque hay mil modos, mil medios, mil compañeras y compañeros que esperan tus manos, tu inteligencia y tu corazón para sumar en algún proyecto. 

Mereces sentir por una vez lo que es sentirse libre en una sociedad que se ha encargado de encarcelarte entre las rejas de las obligaciones sin objetivos más allá de lo material. 

Piensa por ti mismo, no admitas que te lo den hecho todo. Atrévete a tener tu propia opinión, a saltarte lo establecido, a pensar más allá de lo que otros no son capaces ni tan siquiera de imaginar. 

¡Sueña, lucha y haz! 

Mantente en movimiento para no ahogarte entre tanta mediocridad, y por supuesto aprende, aprende a aprender con los hechos de otros y deja la arrogancia de pensar que eres el mejor y no necesitas a los demás porque lo sabes todo, porque quien lo sabe todo nada aprende, y quien nada aprende se estanca, y toda agua estancada se pudre. 

En ese hacer de seguro que alguno se siente herido y que alguno te daña, pero eso no debe importarte, tu debes seguir adelante sin pararte ante la ofensa mas que para perdonar y seguir haciendo habiendo aprendido la lección. Y si vuelven a tratar de ofenderte, no te pares, no tienes tiempo, cada minuto que pierdas en darle una respuesta  al enemigo habrás perdido un hermoso minuto, respóndele con tus hechos y sigue caminando, corriendo en pos de tus objetivos. Y si no tienes más remedio que enfrentarte recuerda que no hay ninguna dignidad en su derrota si no le das la oportunidad de levantarse y sumar a los que hacen. 

Amiga, amigo, ven y únete a la lucha. No importa cuál es tu bagaje, cuál es tu experiencia, ven a luchar y nos encontraremos en las barricadas en algún lugar, en alguna movilización. Y al vernos ambos sabremos que jugamos en el mismo bando. Y al mirarnos a los ojos sonreiremos y seguiremos haciendo, porque ambos sabemos que hemos nacido para ser libres.

A LAS BARRICADAS.